Alemania se encuentra en el corazón de Europa y es un país líder en la Unión Europea. Es un país rico en paisajes verdes e impresionantes, con los Alpes alemanes al sur y el bosque negro en las llanuras del norte hasta la costa del Mar Báltico.
Historia
Habitada por los celtas y luego por las poblaciones germánicas hasta 1806, fue un imperio medieval resultante de la división del Imperio carolingio. En 1814, con la caída de Napoleón, la Confederación Germánica se estableció durante el Congreso de Viena. Alemania también experimentó períodos oscuros de la historia como el Tercer Reich hasta 1945. Posteriormente, el territorio se dividió en Alemania Oriental y Occidental, hasta la caída del Muro de Berlín en 1989.
Lugares que ver
Hay muchos lugares para descubrir, incluidas las fascinantes ciudades del este, como Leipzig y Dresde. Berlín es la capital excéntrica y vanguardista y Frankfurt cuenta con brillantes rascacielos. También hay un romántico Mónaco para el sabor tradicional de Alemania. Stuttgart ha sido completamente renovado después de haber sido destruido en la Segunda Guerra Mundial. Además, Heidelberg es una ciudad universitaria con un centro histórico de cuento de hadas caracterizado por callejones empedrados, casas tradicionales y torres de reloj. No te pierdas una visita al Castillo de Neuschwanstein, el maravilloso castillo que inspiró el logotipo de Disney.
Comida alemana
La tradición culinaria alemana prevee el uso de carne y verduras, cocinados de varias maneras sabrosas. Un plato que no debe perderse es Eisbein, hecho con nudillo de cerdo y chucrut. Otro producto típico alemán exportado a todo el mundo es el wurstel, precisamente el Weisswurst, una salchicha blanca típica de Baviera y, por supuesto, ¡no se olvide de la cerveza alemana! En la región de Suabia, los spaetzels son una comida típica, son bolas de masa hervida que a menudo se sirven con mantequilla y espinacas.